Tan mendigo de tu piel

TAN MENDIGO DE TU PIEL

Tan mendigo de tu piel, tan pingüino empetrolado en sus quimeras,

tan letrista sin ideas y ostentando sus vergüenzas atemporales,

tan necesitado de la anestesia de los pinos que tu boca me profiere,

tan perro castrado, tan pez que se cree mono y se ahoga en la pecera,

tan loco disimulando para que no se enteren mis familiares,

tan cuerdo para bañarme en el agua fresca del mar de tus placeres.

Tan enamorado que no existo si no charlo con la sombra de Cupido,

tan honrado de que te honre y caliente si te calienta pensarme

cuando no entra nadie en tu negocio y el frío se transforma en delito.

Tan yo que los otros envidian que pase el tiempo y no te hayas ido,

tan perdido que mi vecino Robinson ha comenzado a insultarme,

tan jorobado por el peso de que sabés que no soy un angelito.

Tan oración sonámbula si tu rezo no comienza con Aleluya,

tan pequeño para engrandecerme cuando tu punto es mi coma,

tan magnífico que sin despeinarme clasifico al mundial,

tan ausente me siento si mi prosa no narra la vida tuya,

tan juguete predilecto de tus travesuras y tan risa de tus bromas,

tan primavera en el otoño de mi invierno en tu verano tropical.

Tan barato soy si no te tengo que regalado puedo considerarme una estafa,

tan equipo sin hinchada, tan bandera sin soldados que defiendan sus intereses,

tan sueño que se esfuma en un instante, tan jodido que necesito gafas

para el sol y esas horas que separados interminables y gastadas me parecen.

Tan engañado que me creo cualquier cosa (hasta que el hombre llegó a la luna),

tan uraño y encerrado en mi mismo se me encuentra si se demora nuestro encuentro,

tan fusionado con la sinceridad que para mentir no encuentro razón alguna,

tan completo desde que un poema tuyo define mejor que yo éste delirio nuestro.

Tan orgulloso de vos que no puedo más que alabarte en cada comentario,

tan Nilo que el Ganges que emana tu vertiente nace en tu Himalaya,

tan polaroid que me sorprende el escaneo de las fotos de mi alma,

donde me muestro tan creyente contando pecados en tu confesionario,

tan imperfecto que he comenzado a realizar un catálogo de mis fallas,

tan frescas son las tardes en tu compañía que es como sentarse bajo una palma.

Tan mago fracasado si los trucos no salen de tu galera milagrosa,

tan falto de memoria en el caso que un rato llegaras a olvidarme,

tan equilibrado que me detesto si no me desequilibran tus ocurrencias,

tan negociante de fracasos con recibo de sueldo si no aprieto la rosa

y deshojo las espinas de los temores que a veces no querés contarme

porque suponés que cuidarlos en tu interior puede ser una ciencia.

Tan amordazado, maniatado, desorientado, irremediable, insoportable,

incompetente, ignorado, emancipado de la razón, esposado sin esposa

que espose mis manos y las conduzca a donde le dicte su desfachatez,

tan preocupado por no tener sueños si a Morfeo le hiero con un sable,

así me siento en la sentencia de que un minuto lejos me destroza

la moral y el escrutinio sin tu voto da todos los números al revés.

Tan apocalíptico me pongo estando solo que salgo con una campana a la

calle a anunciar el fin de mi mundo provocando más lástima que cinismo

y entre algunos fanáticos que rezan un Padrenuestro pienso "ha de llegar",

evitándome hacer el ridículo de recitar verbos con sabor a pesimismo.

Tan Sinatra a tu lado, tan Shakira travestido que más que risa da terror

si el concierto de mis palabras no ingresa victorioso al templo de tus oídos,

tan estrecho el pasadizo, tan oblongo que se vuelve el cielo del amor;

en la apuesta a la esperanza sos el siete y el seis de oro en mi "falta envido".

Tan poca capacidad de resumir tiene tu novio que por eso nos enredamos,

no creo que sea tan difícil, al final, tanto lío para decir...QUE YO TE AMO.

Mariano