Soy un niño

SOY UN NIÑO

Me cuelgo del trapecio de una nube por estrenar,
desciendo por el tobogán de mi Penélope sin deseos
de bordar más que mi piel rapada de tristezas,
observo con admiración la magia del remendar
los botones de mi camisa desolada si no hay paseo
éste domingo por la plaza donde siempre me besas.

No miento por temor a que me crezca la nariz,
y por eso te visto con verdades,con mis sueños,
yo me baño en la piscina de los rotos descosidos,
y no pretendo crecer porque es tan fácil ser feliz
en éste mundo donde los malos jamás son dueños
del triunfo que imaginan abollando lo vivido.

Suelo dar vueltas en la calesita de tu cintura,
pero debido a mi corta edad no se que va a pasar
el día en mis manos alcancen la esperada sortija,
por eso me concentro en que no caiga a la basura
mi juguete favorito,que no es juguete,porque amar
no es promesa ni exigencia ni cotiza como baratija.

Amar es alunizar en un abrazo,es besar lo hermosamente absurdo,
es ganar horas perdiendo minutos abriendo la puerta a lo desconocido,
es marcar con el punto rojo de un láser la esquina predilecta del corazón,
por eso soy un niño travieso enamorado,cumpliendo los planes que urdo,
como esconderme debajo de la mesa si llego primero y aburrido
de que los otros "chicos" solo escriban obscenidades en el pizarrón.
Y por eso no mendigo los abrazos,porque a los niños les llegan
gratis,y por eso mismo me envuelvo para regalo y no hay devolución,
y mientras tus ojos con paracaídas se posan en el reloj que niega
el paso del tiempo se suicida la injusticia contra el paredón.

Tengo un Ángel de la Guarda que es mujer y que me cuida
si algún miedo no cicatriza y mi esperanza está en cuarentena,
y si mi boca tiene fiebre están sus labios para tomar
la temperatura,o hacer retroceder a las heridas,
ametrallando hasta agujerear la bandera de las penas
que en otra época acunaban mi incapacidad de disfrutar.

Hay noches que me atormentan pesadillas,y adivinen,
sí,también procede a contar ovejas,y mi desvelo
agoniza sin reproches,y ahí encuentro a Don Quijote,
y no existe el dolor porque no encuentra quien peregrine
hasta el Muro de los Lamentos ni a quien darle celos,
es todo felicidad si uno deja que la fantasía lo derrote.

Cuando uno es un niño enamorado el arcoiris tiene quince
colores,habla con monosílabos y se hace entender igual
o mejor con que un vocabulario enciclopédico rebuscado,
soy el Odiseo en la isla de la rehabilitada Circe,
que descarta las pociones porque hace rato soy un animal
que vive para amar y eso es motivo para considerarse hechizado.

Amar es despojarse de alfileres que sujetan las apariencias,
es multiplicar los trozos del cielo en una cama,sin prejuicios,
sin noticias nefastas que evaporan de golpe nuestro brillo,
por eso siendo niño no debo dar explicaciones a mi conciencia,
que como jueza cuestiona desde el alba hasta que la madrugada da inicio,
siendo niño elijo el suave cometa y no el ruidoso martillo.
Y por eso no reclamo más que abrazos,contención y atardeceres,
que la merienda sea el viento que arrime las hojas de un futuro,
y también a ello quizá se deba que en mi templo los mercaderes
codiciosos tienen prohibida la entrada,solo te preciso a vos,te lo aseguro.

Y te asevero que éste niño necesita solamente que me lleves de la mano
por el camino más correcto,a paso lento pero firme por la senda del amor,
que antes de marchitarme como el resto deseo saber que soy o fuí humano,
y por eso mi deseo,reina maga,es estar a solas solo contigo alrededor.

...

Listo,ya está,he dejado de ser un niño,corazón,soy un adulto,feliz y maldito lunes,
hasta el próximo domingo libertad,chau,salgo a enfrentarme al trajín agonizante de lo impune.


Mariano