Reproches

REPROCHES

Le reprocho al sol que nazca en el este de tus manos,

al espacio que le sobra al armario sin tus prendas,

le reprocho a la historia que no diga que un fulano

como yo envejece acariciando sus errores y reprimendas.

Le reprocho a la lluvia que me moje pero no lave

éste suspiro transnochado entre gárgaras de arsénico,

le reprocho a la tinta que me transcribe aunque sabe

que me muero negando mis fobias y mi pánico escénico.

Le reprocho a los desvelos, a los libros, a los bostezos,

a las certezas de mis dudas, a los zapatos, a la camisa,

que me encuentro solo conmigo; cambio preguntas por besos,

se marchitan los naipes y el morbo crece deprisa.

Sucursal itinerante de reproches,

eso soy en el cristal de la noche

más sucia, más turbia y rencorosa...

Lás lágrimas son vicio en mi mejilla,

dejaste el traje de la Mujer Maravilla

pero falta la niña en quien reencarnan las rosas...

Le reprocho al silencio que no me aconseje ni confiese,

a los sueños que han dejado de ser gratis recientemente,

al bolero que me miente, a ese mail que no aparece,

al vinagre de la desilución que es velero en mi presente.

Le reprocho a mi nombre que sigue en el documento,

a los caprichos que se encapricharon con alejarte,

a la alergia que me provoca mi prohibición de sentimientos,

al recuerdo que sube el colesterol si busco olvidarte.

Le reprocho a mi alma con caries en el zaguán,

al tren que no pasa, a las oficinas con epidemia

de enamorados, al casco que despeinando deseos de Don Juan,

al día de ayer, crepúsculo de mi plastilina con anemia.

Academia, suite con vista al mar

de mis errores para enumerar,

me despierto junto a un vaso con escombros...

Me asocio, me echo de menos,

ni camarero, ni astronauta, ni mesero,

devuelvo tus medias si me prestás tus hombros...

Le reprocho a todos y a todo,

es el resto el que no tiene acomodo,

que sigue feliz mientras sigo prisionero...

Culpo a los retratos, al puchero,

a la ley, a la emoción, al aguacero,

busco responsables porque evado ser sincero...

El único culpable del nudo en la garganta del día de hoy

soy yo, un gallo sin gallinero se ahoga entre ventanas

y heridas que se produce, me aventaste el "me voy"

con la mirada hace meses y yo lo pateé para mañana...

Los reproches son para mí, no para los astros o los demás,

en una relación solamente entran dos y entre dos son las despedidas,

harto de buscar culpables donde no hay se que no es fugaz

como creía el dolor de esperar tus pasos para darte la bienvenida...

Hoy me arrastro ligero de equipaje pero con culpas de plomo,

si cambio mis ojeras por petróleo soy rico pero no,

para que si es tu combustible la causa del por que y el como,

solamente gritar por última vez, si no estás conmigo...El culpable soy yo...

Mariano