Ley proxeneta

LEY PROXENETA

¿Que me contás?¿Llueven muchas espinas por tu calle?

¿Es cierto que por tus pagos Frankestein pide caricias?

En el mío todo igual, sonambulismo, pañales, confusión.

Dieta y falta envido, un reptil pierde otro talle,

la monotonía es una eterna penumbra desplumada de justicia

que terminará por congelarnos la nariz y el corazón.

Por acá, demacrado el desvarío, la inmediatez

anda alzada con el bolsillo de los contribuyentes,

demasiado Tinellismo para mi gusto dando vueltas,

de galera y bastón anda el miedo a la vejez,

pronto los jubilados venderán hasta los dientes

para poder vivir un par más de horas muertas.

Dejo el corazón bajo una lluvia privatizada;

un ángel en desgracia en una esquina recita

el Martín Fierro en un lunfardo improvisado,

observo el incendio de una esperanza abandonada,

se toma un descanso la vida al llegar la tardecita,

una geisha besa en latín en un cuarto alquilado.

Que se puede decir de los ruidos violetas

de esta estafa en Rolls Royce importado,

soy el tercer desertor de esta ley proxeneta,

huele a improvisado purgatorio mi país chamuscado.

Que se puede hacer entre tanta intemperie;

etiquetados en los post del desvarío,

ni cililización ni barbarie, basta seguir la serie

de este desprecio atornillado y muy sombrío.

La vida cotidiana

es un "no me da la gana",

una risa hecha trizas,

mucha uña, poco diente,

las botas del sol naciente

se roban mis sonrisas.

Se errumbran los barrotes de esta celda con cicatrices,

jinetes del apocalipsis global cabalgan las avenidas,

alguien le adultera la infancia a nuestros niños

y la transforma en adultez, ¿Y vos esperando perdices?

Soñando que la vecina vendrá mañana a curarte las heridas,

dentro de un rato amanece y el planeta sigue falto de cariño.

El último suburbio de Sudamérica te convida una moratoria,

y como merienda, barbarie en formato costumbre y al portador,

resumido: Comer, vestirse, fornicar, atacar, acatar, gritar;

en pocas palabras: Una línea en la palma de la mano de la memoria,

eso somos en este burdel del chusmerío cada vez menos acogedor,

gol en contra, un defensor que no llega, y la tribuna por estallar.

Faltamos a las citas que nunca acordamos, todos los mates

en este chiquero albiceleste pueden ser la última cena,

es un calambre la mañana, una patada la tarde, y las madrugadas

dan más miedo que certezas, ¿Quién da más en el remate

de este trono hecho de usura, con más reinas que colmenas?

Decime si no es malsano a menudo ser humano y que todo valga nada.

Que se puede acotar sin largarse a llorar

de este pasquín editado por zoombies aggiornados,

todos pujan para de manera silenciosa traicionar

a esa misma mano que nos alimentó en el pasado,

nadie alquila soluciones en este mar de desiluciones,

bailo con la más fiera hasta que las hermosas

se la dejen de creer; si hasta inflada de pretensiones

la luna se niega a alumbrar esta noche a las rosas.

Si miro por la ventana

falta huella franciscana

cuando se dicta insensatez,

escribo un verso cada año,

y espero que mis desengaños

sean menos míos la próxima vez.

Mariano