Lágrima en fragmentos

LÁGRIMA EN FRAGMENTOS

Solo quiero que le expliques a las ojeras de mi tinta

que no soy yo sino vos quien escribe esta misiva,

que si la melancolía o cualquier otro imprevisto

hacen su ingreso no tendré mucha alternativa.

No se ni para que bailo en esta pista entre ametralladoras,

por qué escribo estas palabras, solo se que recordarte

es lo único que me queda por hacer, pues las limitaciones

de este ser comienzan a la hora de llorarte.

Que conste en acta que el mundo es una bolsa de basura,

una lágrima en fragmentos, una bici sin cadenas,

un bazar de cosas malas, un notario sin birome;

nos multan por tener sueños, se agoniza en cada escena.

Enterate que papá y mamá no son perfectos,

pero sus virtudes bombardean a sus defectos,

que las abuelas ahí andan, con sus respectivos achaques,

de los primos mejor pasar, parecen perros de ataque...

Tengo un nudo en la garganta, un secreto a contramano,

no me salen las palabras, el corazón se muestra inquieto,

¿Siento lo invisible o consuelo a mi tontera?

Solo espero que no esperes que sea valiente por decreto.

Más si todos los jamases no fueran más que eso,

¿De qué mierda vale estar vivo, entre engaños y a la deriva?

Marcha atrás, faltos de nido, pensionistas en un cuerpo

prestado; lo barato es lo más caro de la vida.

¿Como salto estos obstáculos si me pesan ciertos consejos?

Pasa que espero los tuyos, y hoy no estás para decirme

que pensás diferente, en qué estoy equivocado,

e indicarme tras una disputa de que debo arrepentirme.

Tengo ganas de expulsar la mala suerte a puñetazos,

pero no pelear con nadie, solo contra mis fracasos,

más si el mundo comprendiera que estoy llorando por dentro,

tal vez entendería por que quiero ir a tu encuentro.

Y decirte tantas cosas para las que un siglo son poco,

pero como la vida es eterna me van a alcanzar las horas

para decirte más de lo que sale en este necio testimonio,

y que quede entre nosotros, sabés bien lo que te añoran:

Mis segundos,

mis urgencias,

mis vivencias,

mis miedos,

mi sangre,

y esa bendita palabra que no me atrevo a pronunciar...

...De la boca para afuera...

Mariano