Perros sarnosos babean sobre la verdad



PERROS SARNOSOS BABEAN SOBRE LA VERDAD

A no confundirse,que no estoy hablando
de los que mueven la cola y son llamados
desde siempre los mejores amigos del hombre.
Yo me refiero a otros que viven ladrando,
distribuyendo pulgas,utilizando sus
uñas para llamar en lugar de los nombres.

Al eliminar parásitos por medio de la defección
valga la redundancia,!Nos cagan la vida!,
atan nuestra libertad con el collar
bien tenso que distribuye nuestra respiración
tal cual el gusto de esos,nuestros amos,
nuestra peste mayor,nuestra realidad.

Viven en celo y encima no les faltan perras,
como el dálmata Silvio,al que le sale una
mancha nueva todas las semanas con fotos incluídas,
pasa que nadie lo entiende,él es de otra tierra
donde la gente pasea desnuda y son comunes
las jodas con gran variedad de bebidas.

Perros sarnosos babean sobre la verdad,
en vez de agua toman petróleo,
son adictos a revolver la basura
para mostrar algún atisbo de honestidad,
y la vida pintada en un óleo
quizá no les muestre su baja estatura.

Mueven la cola,pero,!Mucho cuidado!
Que es para peor si lo hacen porque
de seguro traen algo entre manos.
El disfraz de Caperucita aggiornado
es tan rojo como el color de la sangre
de los muertos de los que no nos enteramos.

Lamen tu mano cuando desean algun rédito,
y arrancan ilusiones de un bocado,
el avión del pueblo es su juguete,
no consultan a nadie para el edicto
que los confirma adictos a tanto poder
que ya un día se les irá por el retrete.

Tienen rabia para convidar,y en lugar
de dejarse atender como medida preventiva
nos vacunan a nosotros y no podemos defendernos
del ataque de éstas bestias que no quieren jugar
sino mandar al descenso nuestra esperanza
de poder convatir el calor de éste infierno.

Perros sarnosos babean sobre la verdad,
en vez de agua toman petróleo,
son adictos a revolver la basura
para mostrar algún atisbo de honestidad,
suponiendo que la vida es su monopolio,
viéndose en el vidrio polarizado de la usura.

El planeta está lleno de clientes vip
del cielo de la cama solar de la desgracia,
de agentes que programan el microchip
que nos acostumbra a vivir con acrobacias.
El planeta tiene sus mini canes dictadores,
como el rottweiler Hugo y su colmillo bolivariano,
que cada día suma nuevos detractores,
que cada segundo se vuelve menos humano.

Y a los perros de acá no te los nombro
porque sus falderos enseguida acusan de faltar
el respeto a la investidura presidencial,
cuando ellos se ríen pisoteando los escombros
de una patria que se aguanta pese a cojear
vanidades y miserias del fastuoso comité animal.


Mariano

1 Amigos que han dejado su opinión::

Setho dijo...

no recuerdo haber leído este...
pero es el Ezequiel critico... el Ezequiel que escupe a la cara... genial!!!