La rabia anda suelta

LA RABIA ANDA SUELTA

Se la siente por las calles,y sin disfrazarse
de datos obscenos ni de brazos que no abrazan
más que el vil metal está empezando a animarse
a salir,a quejarse,a dejar la piel en las brasas
diciendo que sigue latente para manifestarse
contra los saqueadores y su "acá no nada pasa".

Sentada sobre piedras,buscando cerraduras
para abrir los candados del clientelismo,
la fragua del futuro golpeará la censura
cual Muro de Berlín cacheteando al comunismo;
extraño baile de piernas atadas entre basura,
solo van a ver de rodillas al pesimismo.

La avenida presiente auroras criminales,
un país que despierta sin desperezarse,
la guerra no se hace solo con armas nucleares,
se mata con impuestos a quien prefiera esforzarse
y no vivir a la espera de las limosnas oficiales,
maldita idiotez argentina,vivir para rebajarse.

La rabia anda suelta,mal que le pese al poder,
y es amiga de la miseria,hija de la impotencia,
y si ven desestabilizadoras las ganas de comer
dejen de mirar todo desde el altar de la omnipotencia.
La rabia anda suelta,ya no es ciega ni muda,
vive desamparada pero no había sido desterrada,
y mientras agonizan las últimas flores viudas
el pueblo sin guardaespaldas teme en cada madrugada.

Cuando un país sangra soledad y desconsuelo
y quien debe sembrar la paz produce más miedo
que los ladrones,multitudes en un triste duelo
avanzan a paso lento llorando su propio credo,
saben que utilizan la memoria para tomarnos el pelo,
más que democracia en serio dicho estado es un remedo.

Si es tu propio gobierno que busca en los demás
las culpas que son solo de ellos y su soberbia,
la tranquilidad sigue proscripta en el jamás,
en los rincones de la vigilia se respira protervia,
se rasgan los harapos,las facciones se endurecen más,
las puteadas del dolor se escuchan hasta en Serbia.

Carros llenos de lágrimas reflejan la impunidad,
los desalmados no se arrepienten de su condición,
la cárcel no es destino para quien ostenta autoridad;
a la orilla de algún río llora ausencias la razón,
la tierra prometida no se maneja con caridad
sino atendiendo los reclamos de la gente del montón.

La rabia llegó para quedarse entre voces desoídas,
mientras la infancia se pierde entre sustancias
que por más legales que las pinten son suicidas;
no aumentan los cojones el tamaño de la arrogancia.
La rabia es casi la sombra del individuo argentino,
y el culpable es el gobierno y su confrontación,
por cada latido un conflicto,¡Que perfecto desatino!,
sus cagadas son bien propias,no de la oposición.

La rabia anda por la acera,por las panaderías,
en el campo,en el aire,en las fábricas en ruinas,
en caras que buscan romper las cadenas de la hipocresía,
en los subtes,los aviones,en casi toda la Argentina.
La rabia no es de izquierda o derecha sino pobre,
la rabia a pico y pala se defiende hasta que un día
su patrón le dice que no tiene para pagarle un cobre,
y ahí sus huesos salen a arriesgar su cabeza y su cobardía.

Mariano