Me encontré conmigo mismo



ME ENCONTRÉ CONMIGO MISMO

Me tocan el timbre a las cuatro de la mañana
del martes de un agosto sin espalda,
yo que soñaba con la luna en mi ventana,
me despierto sin poderle quitar la falda.

Y no comprendo,y me impresiona lo que veo,
mi impertinente despertador soy yo mismo,
esperame,traigo una camarita que no lo creo,
si ésto es un sueño no carece de realismo.

¿Café? le pregunto mal dormido y extrañado,
"sabés que yo no tomo","acaso no me conocés",
tantos años parece no te han enseñado
lo que algunas aprendieron en un mes.

Me empieza a taladrar con detalles de mi vida,
haciendo fuego de lo que sentencié cenizas,
trae de vuelta cosas que solo tenían boleto de ida,
y yo queriendo terminar a toda prisa.

Le advierto que si es una versión
del futuro no me interesan los adelantos
del capítulo que viene como en la televisión,
porque los futurólogos siempre me dieron espanto.

Me tranquiliza y me deja más inquieto
cuando me explica que es mi otro yo actual,
lo imposible hoy ha salido por decreto,
¿Será solo a mí o el resto pasará por algo igual?

Me comenta que mi vida marcha bien,
pero que no me quede con las ganas
de saber como se viaja en el tren
que transita el camino de ciertas fulanas.

Me aconseja que continúe en mi trabajo,
que me importe un poco menos la opinión
de los de afuera,que los mande al carajo
cuando a mi vida quieran imponerle su condición.

Que siga queriendo a quienes quiero,
que lea ese libro que abandoné,
que lo duro se consigue con esmero,
ese mismo que yo a veces ignoré.

De repente,mira un reloj que no diviso,
me ordena que me vuelva a acostar,
que ya ha dicho todo y por sumiso
lo he escuchado y lo podía expulsar.

Al rato con la cabeza medio pesada
me despierto otra vez sin confirmar
si fue un sueño de una mente nublada
o si en serio conmigo llegué a conversar.

Y la luna contará en algún confesionario,
las penas que seca el sol en la ventana,
cuando un papel que no colgué reza en el armario:
"La oportunidad de mejorar es diaria,no la dejes para mañana".

Y me voy al trabajo que me he recomendado,
seguido por la pregunta sin fin,
¿En serio hablé conmigo o he soñado?
Lo cierto es que se que el hoy construye mi porvenir.

Mariano

0 Amigos que han dejado su opinión::